Comparar a Nicolás Jarry con Kevin Anderson siempre ha sido una práctica habitual entre los seguidores del tenis. Ambos son altos (2.03 metros para el sudafricano contra 1.98 del chileno), le pegan duro a la pelota y basan su juego en la potencia de su servicio.
Pero hay un detalle más que acerca a los dos: Jarry entrenó junto a Anderson a finales de 2015 en Miami, justo cuando el chileno venía recuperándose de una fractura que sufrió en el escafoides de la muñeca derecha. Ambos compartían al mismo representante, hecho que facilitó la recordada reunión de “bombarderos”.
En ese momento, Jarry había salido recientemente del Top 350 del ranking ATP, luego de haberse ubicado en el puesto 172° en mayo de 2015. En tanto, Anderson ya era un tenista consagrado dentro de la elite del tenis mundial.
Tres años después, el ahora número uno de Chile dio un salto cualitativo que le permite mostrar su tenis a los seguidores de este deporte a nivel mundial. De hecho, mucha gente que lo vio jugar por primera vez en el US Open coincidía en que Jarry tenía una estructura de juego similar a la del gigante sudafricano.
“Es cierto sentido tenemos estilos similares. Los dos somos agresivos desde el fondo de la cancha, así que de todos modos hay un parecido ahí. Como dices, entrenamos juntos hace un par de años y sé que tuvo que enfrentar algunas lesiones, pero realmente él ha probado su potencial. Sé que aún está trabajando en ciertos aspectos de su juego, pero eso no le ha impedido seguir subiendo en el ranking y seguir mejorando”, comentó Anderson en diálogo con Séptimo Game.
Por supuesto, Anderson siguió de cerca el crecimiento que mostró Jarry en su primera temporada como jugador establecido en el circuito ATP. Luego de terminar el año en el puesto 43° con un positivo récord de 25 victorias y 21 derrotas en la gira principal, el chileno demostró que tiene el tenis para pelear de igual a igual contra los algunos de los mejores tenistas del planeta.
Y uno de los que comparte dicha postura es precisamente Anderson.
“No puedo estar más contento con el progreso que mostró Nicolás este año. Es un tipo alto, que tiene muchas armas y eso lo hace muy peligroso. Aún no me toca jugar contra él, aunque seguramente pronto nos toparemos. Es alguien al que hay que tener en cuenta y que seguramente va a seguir en ascenso”, sentenció.
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