Anita Lizana en Centre Court - 1936
“Seguramente sin la guerra yo habría ganado Wimbledon para Chile. Perdí en 1948 y desde entonces no he vuelto a competir”. Esas fueron las palabras de Anita Lizana a El Mercurio en 1980, al recordar su carrera tenística. La 'Ratita' fue la primera tenista chilena, dama o varón, que viajó a Londres a disputar los Campeonatos de Wimbledon, en el año 1935, y la primera de seis chilenas en llegar a la Catedral.
Desde temprana edad, Anita fue una prodigio del tenis, criada en las canchas del Club Alemán de la Quinta Normal, hoy Club Mundial: A la temprana edad de 13 años ya era campeona nacional, título que su hermana Loreto había obtenido el año anterior. Lizana ganó el Campeonato de Chile en cinco ocasiones entre 1929 y 1934, y ya no tenía rivales en el país.
Una colecta pública financió en 1935 su primera gira por Europa, convirtiéndose en la primera chilena en llegar a los Grand Slams. En ese entonces, jugar en Wimbledon para cualquier tenista chileno era una quimera: Solo los hermanos Luis y Domingo Torralva se habían aventurado a jugar Roland Garros a fines de los años veinte e inicios de los treinta, pero nunca alcanzaron la capital británica. Hasta que llegó Anita. Con tan solo diecinueve años, la 'Ratita' llegó a París, alcanzando los Octavos de Final, y la tercera ronda de Wimbledon, ganando también numerosos torneos, entre ellos en Queen's Club.
Al año siguiente, Anita no disputó Roland Garros, pero sí estuvo nuevamente en Wimbledon, donde alcanzó los Cuartos de Final, siendo ya una tenista reconocida a nivel mundial: La chilena fue la octava preclasificada en ese torneo. En 1937, Lizana ya era una de las mejores jugadoras del planeta y en aquella temporada lo demostró con creces: En Wimbledon, fue la tercera preclasificada, cayendo en Cuartos de Final ante la francesa Simonne Mathieu, quien hoy es honrada con la tercera cancha en importancia en el Stade Roland Garros. Sin embargo, lo mejor estaría por venir en el hoy US Open: Anita cruzó el Atlántico por única vez en su carrera tenística y se coronó campeona sin perder un solo set. Ese año la vio finalizar como la número uno del mundo.
No había duda de que Anita Lizana prefería las canchas más rápidas en vez de la arcilla. En el Club Mundial se le construyó una cancha de baldosas para preparar Wimbledon, y no solo el pasto le acomodaba a su juego, sino que también las canchas de madera, extintas en el circuito desde hace largos años: Ganó el torneo británico indoor en Queen's Club en 1936.
Anita jugó el cuadro individual de Wimbledon en tres ocasiones más: 1938, 1939 y 1947, donde perdió en la segunda ronda. En las últimas dos participaciones, lo hizo como Anita Ellis, representando a Gran Bretaña, tras su matrimonio en 1938 con el tenista y empresario del carbón Ronald Ellis. Debieron pasar diez años para que una chilena apareciera nuevamente en la Catedral, que no tiene tenistas nacionales en el Singles femenino desde 1972.
Foto: Getty Images
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