
2025 marca el décimo año en el que Catalina Fillol Haggstrom dirige torneos profesionales. Desde el Challenger de Santiago, que se disputó cada noviembre en el Club de Polo y Equitación San Cristóbal entre 2015 y 2018, y el Chile Open, que durante este domingo culmina su sexta edición. La directora del ATP 250 de Santiago aborda con Séptimo Game el presente del torneo, sus desafíos, como también el futuro que tiene el evento, que desde fines de 2024 suma también torneos M15, y también el regreso de la histórica Copa Milo.
Con esta edición del Chile Open, serán diez años dirigiendo torneos. ¿Cómo ha sido esta década?
Han sido años entretenidos, entretenidos en el sentido de que creo que los desafíos ayudan a a crecer, a fortalecernos, a como nosotros estamos siempre buscando generar mejoras, generar instancias. De poder compartir con la gente y eso es una responsabilidad y un desafío importante, yo creo que lo hemos llevado muy bien. Nos han tocado cosas fuera de nuestro control, como por ejemplo una pandemia, estallido social. Ahora vivimos el martes un apagón nacional, y aún así nosotros hemos podido seguir adelante, seguir creciendo, y eso al final es algo muy entretenido a nivel personal como de equipo.
¿Cuál ha sido tu mayor satisfacción dirigiendo este torneo?
Creo que la mayor satisfacción que nosotros vivimos es ver la cara en de alegría de la gente que que viene al torneo. Creemos que realmente la gente que viene valora lo que estamos haciendo, disfrutan de de ver de poder ver un tenis de alto nivel, de disfrutar de las actividades que hay alrededor de la cancha. Yo creo que eso al final para nosotros es la mayor el la mayor satisfacción, el poder generar un pequeño impacto en la gente que que nos acompaña.
Cada año ha sido un desafío, siempre tratando de apuntar a cuotas más grandes. ¿Qué fue lo más desafiante de organizar esta edición 2025, que ha sido, como un todo, la más grande?
Yo te diría que lo más desafiante ha sido mostrar mostrar crecimiento, en el sentido de que ya vamos por un buen camino, y cuando uno a veces tiene algo que eventualmente ya funciona y anda bien, tratar de de de ver dónde invertimos para generar crecimiento, dónde invertimos para crear mejoras. No hay que ponerse cómodo ante lo que ya está y forzar un poco la mano en crear cosas nuevas. Y yo creo que el desafío, por ejemplo, de traer las canchas de entrenamiento al sector de de para el público implica mayor infraestructura, implica mejorar las las canchas de entrenamiento, mayor seguridad, espacios para que la gente pueda caminar tranquilamente. Lo mismo, por ejemplo, el Sunset Lounge. El Sunset Lounge también es un activo nuevo que hemos creado, no necesariamente sabes si es que va a resultar o no va a resultar. El Chile Open On Stage, un poco lo mismo. Crear actividades paralelas al tenis no es fácil porque los horarios no son definidos, no sabes cómo la cómo va a reaccionar la gente, si la gente se va a quedar, si se van a ir, si el partido se alarga. Ayer (jueves) vimos, no cierto, a a Alejandro Tabilo que lamentablemente perdió en un partido muy largo, hacía frío y efectivamente son cosas que uno no necesariamente controla y son parte de los desafíos.
Con esta edición ya van seis Chile Open. A nivel global, ¿Cuál ha sido el feedback desde ATP y los jugadores?
El feedback ha sido ha sido positivo. El ATP, los jugadores y el público en general han visto las mejoras que hemos hecho, han visto mejoras en las canchas, han visto mejoras en los lugares, en el caso del deportista, hemos creado distintas zonas para ellos. Por ejemplo, incorporamos una sala de recuperación, que en años anteriores no teníamos. Dentro de esa sala de recuperación tenemos cápsulas de sueño, una cámara hiperbárica, pistolas de masaje, botas de compresión. Todo eso está puesto en una sala especial para que el jugador se pueda recuperar y prepararse para el siguiente partido. Lo mismo, por ejemplo, la implementación de una tina de hielo mucho más profesional, gracias a la Clínica Alemana. Entonces, ese tipo de cosas al final el jugador lo agradece muchísimo. Este año incluímos también servicio dental a los jugadores. Trajimos dos dentistas a hacer para darle una evaluación y limpieza. Los jugadores generalmente no tienen tiempo para poder ir al dentista, hacerse un chequeo y poder darle esa facilidad al jugador, fue algo súper bien recibido.
¿Cómo proyectas el torneo a futuro, y qué sueños tienes con el Chile Open?
Lo he dicho varias veces, nosotros, en verdad, soñamos con tener el mejor torneo de Sudamérica. Creo que faltan muchos años para poder lograr eso. Buenos Aires y Río están haciendo muy buen trabajo en lo que es sus torneos, su eventos, su organización. Pero yo creo que en los seis años que hemos tenido el evento, hemos crecido muchísimo, hemos demostrado que vamos por un buen camino y y ojalá poder lograr eso, lograr seguir creciendo, seguir sorprendiendo, mejorar el cuadro de jugadores, mejorar la la infraestructura que tenemos acá y y crear más instancias de alta calidad.
¿Algún jugador que te gustaría tener acá?
Bueno, yo creo que, en realidad, un un un cualquier jugador dentro del Top Ten sería un lujo para el público chileno, de poder ver a alguien con ese tipo de renombre y con ese tipo de ranking, así que ojalá que en los años siguientes podamos podamos lograrlo.
¿En algún momento te has puesto a pensar con SACS, con el CDUC, para que el Court Central Jaime Fillol sea permanente en vez de gradas temporales? Quizás unas tres mil, cuatro mil personas y ampliarlo con tribunas modulares...
¿Como lo que tiene Buenos Aires?
Claro.
Claro, para nosotros como organización sería increíble poder tener un estadio hecho a medida que pueda incorporar los palcos VIP, que pueda incorporar las esquinas. Las esquinas de la cancha tienen una visibilidad muy buena. Se ve muy bien desde la esquina porque no tienes que girar la cabeza de punto a punto (risas). Pero sí, soñamos con poder tener un una infraestructura de ese nivel que acomode a un ATP 250. Yo creo que muchas veces los estadios están hechos no necesariamente con esa mirada, con la mirada de un evento de esta envergadura y ojalá poder lograrlo de aquí a mediano o corto plazo.
El Chile Open se ha ido expandiendo también con los torneos M15, y ahora también con la Copa Milo. ¿Cuál fue la idea detrás de eso, y cómo lo proyectas?
El inicio de las conversaciones al final se dio en el sentido de que nos pusimos a mirar al Chile Open de aquí a largo plazo. Nosotros queremos que este torneo siga creciendo y que dure muchísimos años en el país. Y para eso tuvimos que hacer una reflexión sobre el recambio del tenis nacional. Y dentro de ese recambio de tenis nacional vimos que había un vacío de torneos en el inicio del profesionalismo. Nosotros cuando empezamos a mirar en la época de del Nico y de Ale, en Chile habían creo que, no sé, diez, entre diez y quince futuros que ellos empezaron a jugar y ellos empezaron a agarrar confianza. De competir, de jugar a nivel profesional, de sumar sus primeros puntos, y eso se dio, y cuando tú ves reflejado, cinco años después de eso, se produce que ellos están dentro del top 100. Entonces, cuando empezamos a mirar y que habían muy pocos, de hecho, hace dos años no había ningún torneo. Y ahí es fue donde nos sentamos junto con la Federación, creamos una alianza entre SACS y la Federación, de decir, realmente esto esto hay que hacerlo, hay que meterle coordinación, hay que meterle financiamiento, hay que meterle hombro, por decirlo así, en crear este tipo de torneo para ver cómo el tenis va a ir creciendo en el futuro. Y de ahí, una vez que llegamos a un acuerdo con la Federación, fuimos en conjunto a solicitar las fechas e hicimos cuatro M15, Dos a fines a fines del 2024, y dos en enero, Y ha sido muy rico poder sumar a Milo en esta misma iniciativa para tener una mayor calidad de torneo, mayor financiamiento y darle mucho vuelo. Milo tiene también comparte con nosotros esa mirada de que esto es un proyecto a largo plazo. Y estamos muy felices de poder darle a esta nueva generación lo que en algún momento vivimos nosotros, con Fernando González, con el Chino Ríos, de lo que es la historia de la Copa Milo.
Por ejemplo si en estos torneos M15 se acumulan los puntos y quien más tiene puede obtener una Wild Card a la Qualy del ATP...
Eso fue algo que pensamos, pero es muy difícil. Si tuviéramos las dos Wild Cards para la Qualy, ahí sí, porque recordemos que una es de Octagon. Es difícil quitarle una invitación a un Matías Soto, que pudo entrar a última hora a la Qualy, para que juegue quien tenga más puntos en los M15, que en esta pasada de cuatro torneos fue Daniel Núñez. Teniendo las dos Wild Cards lo habríamos hecho sin problema.
Y quizás en un futuro a corto plazo, o en años venideros, ¿Es posible también proyectar torneos femeninos? Conversando quizás, con Macarena Miranda.
Nuestro propósito desde el minuto uno siempre fue aportar al tenis nacional, y creo que es un buen minuto para poder también inyectarle un poco más de esfuerzo al circuito de mujeres. Ya hay más jóvenes que están surgiendo y creo que ellas también necesitan tener W15. Ojalá poder contar quizás a fin de año con torneos mixtos. Es algo que a nosotros nos gustaría poder incorporar.
En un mundo ideal... ¿Dónde colocarías la gira sudamericana en el calendario?
En un mundo ideal, yo creo que no es una respuesta tan fácil, no es tan como blanco y negro. Creo que la gira sudamericana, lo ideal es que ojalá tuviéramos dos ATP 500 dentro de la gira, o para qué decir, un 500 y un Masters 1000. Yo creo que la manera real de potenciar el tenis en Sudamérica es crear instancias donde los jugadores puedan sumar más puntos y recibir más prize money. Yo creo que si el calendario se adapta con esa mirada, la gira da lo mismo donde se pone dentro del calendario. En mi opinión, esa es la manera de fortalecerlo. Ojalá que ATP tome con peso los nuevos cambios del calendario y que, en verdad, si ATP quiere potenciar la gira de arcilla, creo que esa es la manera de hacerlo.
Y expandirse de forma global, también.
Efectivamente. Ahora, bueno, muchas veces los torneos, creo que lo que nos perjudica a nosotros dentro de la gira de arcilla es que estamos entre dos giras de cemento. Eso es es algo que al final nos juega un poco en contra. Ahora, lamentablemente, para nosotros la temporada de arcilla es en nuestro invierno. Entonces, eso también hay que meterlo dentro de la balanza de las cosas, de que el tenis en verdad sigue el sol, sigue el verano. Nosotros en Sudamérica no tenemos la infraestructura de tener canchas indoor como para poder hacer arcilla indoor en invierno. Pero eso, para mí, más que la fecha, es poder aumentar en categoría.