
De paso por el Chile Open, uno de los nuevos nombres que está en el ATP de Santiago fue el del bosnio Damir Dzumhur (90°). Con 32 años, el balcánico viene de una histórica temporada en el circuito Challenger para hacer su retorno al Top 100 tras cinco años de ausencia.
En estos años, el bosnio sufrió una pancreatitis en Roland Garros que lo tuvo muy complicado de salud, y revela que llegó a perder once kilos, cayendo más allá del puesto 250 del ranking ATP. En conversación con Séptimo Game, Dzumhur, cuartofinalista del Chile Open, habla del torneo, incluyendo su picante duelo de primera ronda con Corentin Moutet, de su regreso al tour y su proyección para los años venideros.
¿Qué ha cambiado desde cuando estabas 23 del mundo a hoy en día? ¿Qué sientes que es diferente en ti?
Pienso que mi juego no era mucho mejor en ese entonces que hoy en día. Mi tenis hoy es muy bueno, estoy en un muy buen nivel, definitivamente desde el año pasado. Pero, tú sabes, no es fácil volver a este nivel. En un punto en 2022 bajé al 260 del mundo, y me tocó escalar y escalar. El año pasado gané seis Challengers. Ahora, finalmente comencé a tener resultados sólidos en torneos ATP. Lamentablemente he perdido algunos partidos muy parejos, como en el Australian Open ante Vukic, o 7-6 en el tercero en Buenos Aires con Pedro Martínez. Pero pienso que necesito estar un tiempo alrededor de estos jugadores y volver al circuito ATP para mejorar mi juego. Por ello pienso que el cambio no ha sido tan grande, y espero que en algún punto quizás mis resultados puedan ser cercanos a lo bueno que eran cuando era el 23 del mundo.
El año pasado jugaste seis finales de Challenger y ganaste las seis. ¿Crees que el haber madurado, teniendo 31-32 años te ayudó a llegar al lugar donde estás hoy en día?
Sí. Definitivamente ayudó. Y como mencionaba, tuve algunos obstáculos en mi carrera pero debía superarlos. También, creciendo, cuando llego al Top 30 en 2017, 2018, tenía 25-26 años, y eso es aún bastante joven para un tenista. Es muy lindo, pero cuando eres más joven no no te das cuenta que esto no dura para siempre. No puedes dar nada por hecho. Así que hoy aprecio más lo que estoy haciendo, todo lo que he luchado para estar acá. Así que el crecer y madurar definitivamente me ha ayudado a llegar a estar en este lugar, y ojalá puda tener a este tipo más maduro de mi lado.

Sabemos que la edad es solo un número. Pero, ¿cómo proyectas tu vida después del tenis?
Uff, es una buena pregunta. Pero siento que no puedo responderla ahora mismo. Considero que aún no soy tan viejo para jugar al tenis, y todo mi foco está en este deporte. Ahora mismo solo pienso en intentar mantenerme jugando bien y en buena forma. Quiero seguir jugando al tenis, porque toda mi vida lo he estado haciendo. Y creo que aún cuando deje de jugar, cuando termine mi carrera, siento que al menos una parte de mí va a seguir conectada al tenis. Quizás sea entrenador algún día, o de alguna forma estaré metido con el tenis, con torneos o algo así. Pero también me gustaría hacer cosas aparte del tenis, probablemente relacionada con negocios. Pero es algo que he estado pensando, e intento buscar algo que encaje conmigo, algo que pueda hacer, pero siento que aún no tengo tanto tiempo para pensar sobre ello y perder mi foco más allá de mi deporte.
Vienes de Bosnia. Eres un pionero, junto a Mirza Basic y Tomislav Brkic. ¿Qué crees que haces para inspirar a las generaciones más jóvenes de tu país?
Somos una generación de chicos que viene de la guerra. Y lo que hemos hecho en el tenis, en Bosnia, es un tremendo logro, porque venimos de una país que que tuvo una guerra por cuatro años. Después de eso, tuvimos muchos problemas con las canchas, con toda la infraestructura. No éramos capaces de tener todo lo que necesitábamos para convertirnos en profesionales, pero hemos tenido grandes logros y resultados. También, a nuestro equipo de Copa Davis le está yendo muy bien en los últimos años. Siempre estamos cerca del Grupo Mundial y en el Grupo I. Hemos jugado los playoffs para el Grupo Mundial y tendremos una nueva chance en septiembre, por lo que hemos hecho un gran trabajo. Y para los niños que están jugando tenis ahora, esto tiene que ser una inspiración, porque vinimos de prácticamente nada. No teníamos apoyo del país o de alguien. Estábamos haciendo todo solos y con el apoyo de nuestras familias, y pienso que eso debe inspirar a los chicos. Quizás ahora tengan mejores instalaciones, más opciones, y mejores canchas que las que nosotros teníamos, como también más apoyo de auspiciadores del país. Lo más importante, la mayor inspiración, es que sabes de que viniendo de tener nada, si realmente lo quieres lograr, y trabajas duro, puedes seguir tus sueños.
"Corentin es un muy buen chico... sabe que me podría volver loco"

Yendo un poco más a este torneo, tu partido con Moutet fue muy duro, no solo por el calor sino que también la cancha estaba complicada. ¿Cuán peligrosa estaba? Le dijiste al juez y al supervisor que podrías quebrarte una pierna...
Hay algunos puntos en la cancha 1 que están muy peligrosas. En uno de ellos me caí y tuve suerte de que no me torcí el tobillo, y fue en mi pierna derecha, en la que he tenido problemas en el tobillo anteriormente, así que tenía miedo. El problema son las líneas en la cancha. Algunas partes se levantan cuando vamos corriendo, o después de sacar, también se levantan. Lo más difícil es que las líneas se salen a veces, y por eso le pedí a un canchero que arreglara la línea para que no nos caigamos. Esa fue la razón por la que me caí.
Hubo un momento en el que discutieron. ¿Fue solamente algo del momento?
Sí, pienso que es la calentura del momento. Con él somos buenos amigos y lo único que me dolió un poquito es que en el 2-2 del segundo set, 15-0, antes de eso gané puntos con los malos botes y siempre pedía disculpas, porque no es la forma que uno quiere que termine un punto. Por supuesto, si gano un punto, puedo mostrar mis emociones, pero no intentaba hacerlo porque nos llevamos bien en la cancha, quería ser respetuoso. Y cuando él ganó un punto con un mal bote, gritó en mi idioma. Sé que tiene un entrenador (Petar Popovic) que es de Serbia, un coach con el que he trabajado, y su fisio también, pero gritó "vamos" muy fuerte en mi idioma, y en mi cara. Eso me dolió, y tengo emociones, y lo lamento, pero cuando uno juega un partido, quieres ser justo. Puedes tener diferentes energías en la cancha, darte ánimos en la forma que quieras, siempre que sea justo. Cuando ganas un punto con un mal bote, no creo que sea un buen momento para gritar "vamos". Lamento que haya pasado, porque Corentin es un muy buen chico, un gran jugador, y quizás uno de los mayores talentos que tenemos en el tenis hoy en día. Quizás las cosas no iban tan bien en la cancha, o bueno, sabe que yo me podría volver loco también (risas). Diría que fue una batalla de salud mental (risas).