Dominic Thiem (3°) debió sufrir para alcanzar su primera corona en un Major en el US Open, al derrotar en un dramático partido al alemán Alexander Zverev (7°), por parciales de 2-6 4-6 6-4 6-3 y 7-6(6), en más de cuatro horas de partido. El austriaco se convirtió en el primer jugador en la historia en ganar en Nueva York tras ir dos sets a cero abajo.
En un duelo que en un principio se inclinaba claramente en favor de Zverev, que con un juego impecable llegó a estar set y doble quiebre arriba, Thiem parecía que la instancia le estaba quedando grande. Y las dudas se acrecentaban aún más cuando el germano seguía con su sólida faena para arrancar quebrando el tercer set, pero fue ahí cuando Thiem comenzó a reaccionar.
Aquella ruptura inicial, el pupilo de Nicolás Massú la devolvió de inmediato, y en el décimo juego del tercer capítulo, volvió a romper el saque de Zverev, que inició como su mejor arma, para convertirse en su peor aliado, conectando varias doble faltas en momentos clave del encuentro. Así el partido se iba a un cuarto episodio, con un Thiem que mostraba luces de que quería seguir luchando.
Con su derecha, la tercera raqueta del orbe comenzaba a mandar en los peloteos, pero no lograba quebrar el saque de Sascha, perdiendo dos oportunidades en el sexto juego del set. Sin embargo, se mantuvo firme con su servicio, y quebró al siguiente turno de Zverev para posteriormente enviar el partido a un quinto y definitivo capítulo.
El quinto set fue un carrusel de emociones de principio a fin: Thiem quebraba de entrada, pero una doble falta en el momento menos oportuno devolvió la paridad al partido. Zverev volvía a sacar bastante bien, y aprovechó una nueva oportunidad con el servicio del austriaco para lograr un break que lo ponía a cuatro puntos de llevarse el título. No obstante, Thiem recuperó esa ruptura producto de cuatro errores no forzados del alemán, y aunque llegó a estar a dos puntos de la derrota en el décimo game, supo salvar ese turno al saque con un fenomenal passing shot de derecha por la paralela.
Ese momentum que llevaba Thiem continuaba en el juego siguiente, forzando un nuevo break que lo colocaba a tiro de cañón para llevarse el US Open. Sin embargo, Zverev fue a buscar ese tiebreak y quebró de gran manera el servicio del austriaco. Sascha arrancó con un mini break a favor en el desempate, pero una vez más su segundo saque lo traicionó. El germano cometió dos doble faltas carísimas que acabaron con Thiem teniendo dos championship points. Dominic erró el primero de manera increíble: Mandó una derecha a la red desde media cancha, con un Zverev totalmente batido, y el segundo con un nuevo error no forzado con su drive, luego de que su oponente apenas pudiera poner en juego su segundo servicio. Un winner con su derecha lo colocó nuevamente con punto de partido a Thiem, y un revés que se fue largo y ancho de parte de Zverev mandó al piso al austriaco, que tras tres derrotas en finales de Grand Slam, pudo por fin quedarse con un título grande.
“Massú cambió mi mente”
Posteriormente, en rueda de prensa, Dominic Thiem alabó a su entrenador, Nicolás Massú por ser quien le ayudara a realizar su potencial, sobre todo en canchas duras: “Antes yo creía que mis mejores chances iban a ser en arcilla. Pero al final del año pasado, de alguna manera cambiaron muchas cosas, gané Beijing, Viena, y jugué unas muy buenas ATP Finals. Ahí me dí cuenta que mi juego funcionaba para las canchas duras. Desde que trabajo con Nico, mejoré en cancha dura. También cambió mi mente, y ahora muchos de mis tiros funcionan bien en esta superficie. Para mí ya no es una sorpresa que mi primer Grand Slam no sea Roland Garros“.
Además, se refirió a qué significado tenía el finalmente conseguir un Grand Slam: “He dedicado básicamente mi vida entera hasta este punto para ganar uno de los cuatro grandes, y ahora lo hice. Para mí es un tremendo logro. Y no es tan solo mío, sino que de todo mi equipo y familia. Hoy es el día en el que me toca retribuir todo el trabajo que han hecho por mí”.
Sobre el duelo, comentó acerca de cómo fue capaz de remontar el partido: “Fue muy duro estar ahí y seguir creyendo. Pero lo hice. Me decía que era la final de un Slam, estaba jugando mal, estaba muy apretado y mis piernas y brazos se sentían pesados. Pero siempre tuve esperanzas y la expectativa de que en algún momento me iba a soltar. Afortunadamente no fue demasiado tarde cuando le quebré en el inicio del tercer set. La confianza siempre estuvo ahí, desde ese momento donde le quebré de vuelta en el tercero, creció y creció.
“Me empecé a acalambrar al final del quinto set. Era la primera vez en muchos años que me acalambraba. Pero siento que no eran calambres físicos, sino que mentales. Estuve muy apretado todo el partido y todo el día en realidad. De alguna manera, mi confianza fue más fuerte que mi cuerpo y estoy muy feliz por ello“.
“El partido fue un drama, como una película hasta el final”
El técnico del campeón, Nicolás Massú, también estuvo en rueda de prensa, y se mostró muy contento por el logro de su pupilo. “Hoy el partido fue muy duro, un drama, como una película hasta el final. Siento que cualquiera de los dos pudo haberse llevado el duelo. Fue muy emocionante, y ahora tenemos que tratar de disfrutar este momento”.
Además, confirmó que Thiem no jugará ningún torneo en arcilla antes de Roland Garros: “Tenemos que ser inteligentes con el calendario, porque no es un año normal. Podemos preparar todos los torneos con calma, pero ahora que ganó aquí, tenemos que recuperarlo, tanto mental como físicamente. Por supuesto que a Dominic le encanta ir a París. Juega genial allí, así que vamos a intentar llegar al 100%. Tenemos que ser astutos para estar motivados para el primer día de Roland Garros”.
Sobre sus sensaciones al momento de estar dos sets abajo, el viñamarino sacó una frase típica del vocabulario Massú: “Nunca sabes que el partido termina hasta la última pelota. Siempre me pasó en mi carrera. Cuando era jugador, gané torneos de esta manera, desde que era un junior luchaba hasta el final. Mi familia me lo enseñó”.
Finalmente, el ex 9 del mundo agradeció a todos quienes hicieron posible este torneo: “Uno viene aquí a trabajar. Estoy agradecido de toda esta gente. La USTA, la ITF, la ATP, todos han hecho un trabajo increíble porque ha sido todo muy difícil. Si me preguntabas un mes y medio antes si el US Open se jugaba o no, no estaría seguro porque estaba muy complicado. Por supuesto que queremos una vida normal, pero estamos en una burbuja. Mucha gente ha tenido problemas. Algunos tienen familiares con COVID, así que hay que estar agradecido de estar aquí, y si ganas, aún más“.
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