Una triste noticia enlutó al tenis chileno este miércoles: Luis Ayala, uno de los más grandes tenistas nacionales de todos los tiempos, falleció a los 91 años en Estados Unidos, donde residía desde hace más de cuatro décadas. 'Lucho', nacido tenísticamente en el Club de Tenis Santiago, en pleno Parque O'Higgins, dejó registros impresionantes a nivel nacional, algunos que aún no han sido igualados.
Como jugador:
Finalista de Roland Garros (1958 y 1960): Ayala fue el primer tenista nacional en alcanzar la final de un torneo de Grand Slam a nivel masculino. El santiaguino, lo consiguió en 1958, cayendo ante Mervyn Rose en la definición, y en 1960, donde se inclinó ante su viejo amigo y rival, Nicola Pietrangeli.
Campeón de Roland Garros en Dobles Mixto (1956): Haciendo dupla con la australiana Thelma Coyne Long, el nacional se consagró en París en la modalidad de dobles mixtos, superando en la definición a Darlene Hard y Bob Howe.
Único tenista chileno en ser primer sembrado en un Grand Slam (Roland Garros 1959): Tras ganar el torneo de Roma, Ayala era considerado como el mejor tenista del momento a nivel mundial. Sin embargo, en aquella época aún no existían los ránkings semanales como hoy en día, por lo que su posición como número uno del mundo no es oficial. Ese año, alcanzó semifinales en París.
Número cinco del mundo (1958): Al no existir los ránkings computarizados (el sistema se unificó con la creación de la ATP en 1973, en la época de Lucho, los rankings eran realizados a final de temporada por periodistas especializados en tenis. Así, en 1958, año donde llegó por primera vez a una final de Grand Slam, fue catalogado entre los cinco mejores del orbe.
Cuartofinalista de Wimbledon (1959-61) y Forest Hills (1957 y 1959): El chileno no solo descolló en la arcilla parisina, sino que también en el pasto. Así lo demuestran sus actuaciones en Londres y Nueva York, donde llegó a la ronda de los ocho mejores en cinco ocasiones combinadas. Dado que era muy difícil viajar a Australia en aquella época, Lucho nunca disputó el Grand Slam oceánico.
Medalla de Oro Panamericana (Chicago 1959): Lucho, con su cartel de número cinco del mundo, semifinalista de Roland Garros y Cuartos de Wimbledon, era la principal figura de la cita continental. Y no falló, entregándole a Chile una medalla de oro en el tenis panamericano, que no se ha replicado en singles. Después de Ayala, Marcelo Ríos, Adrián García y Tomás Barrios han alcanzado la ronda final, pero debieron conformarse con la plata.
Chileno con más triunfos en Copa Davis: En singles y dobles, Lucho Ayala es el tenista con más victorias en la competición por la ensaladera de plata. A sus 27 victorias en individuales, se le suman diez triunfos en dobles a lo largo de 18 series disputadas en sus ocho años como tenista amateur.
Chileno con más triunfos en Roland Garros (28) y Wimbledon (23): Sus grandes actuaciones en los dos torneos más importantes del mundo en aquella época, en dos superficies diametralmente opuestas. Además, Lucho nunca perdió en la primera ronda en ambos torneos. Hasta 2009, sus 68 triunfos en torneos Major fueron el récord chileno en torneos de la categoría, cuando fue superado por Fernando González.
Como capitán de Chile:
Capitán del equipo chileno de Copa Davis (1973-83): En diez años en la silla, Lucho Ayala dirigió al equipo nacional en su época más competitiva en búsqueda por la ensaladera. Bajo el formato antiguo por zonas, Ayala llevó a Chile a semifinales en 1975 (derrota ante Suecia en Bastad), y a la final en 1976 (derrota ante Italia en Santiago), como también lideró al equipo chileno al Grupo Mundial por primera vez en 1982, donde alcanzó Cuartos de Final (derrota ante Australia en Brisbane).
Debutaron con él Hans Gildemeister, Pedro Rebolledo y Ricardo Acuña, tenistas que fueron clave para que Chile se mantuviera en el Grupo Mundial de Copa Davis en la primera mitad de los años 80.
Incluyó por primera vez en el equipo de Copa Davis a Exequiel Carvajal, "Yogur de Mora": El histórico encordador del equipo chileno, llegó a la Copa Davis de la mano de Lucho, que lo comenzó a incluir como portero, y a medida de que fue aprendiendo el oficio de encordador, se transformó en una pieza instrumental del tenis chileno, siendo el primer nombre en cada nómina, incluso antes de los capitanes, o figuras como Marcelo Ríos, Fernando González o Nicolás Massú.
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