Se hizo esperar por un año, pero llegó. Novak Djokovic logró su décimo título en el Australian Open luego de derrotar por parciales de 6-3 7-6(4) y 7-6(5) al griego Stefanos Tsitsipas, y de paso, se convirtió en el nuevo número uno del mundo en el circuito ATP.
El serbio jugó de forma implacable durante todo el partido, y aprovechó cada una de las instancias clave para marcar diferencia. Eso quedó demostrado cuando aprovechó el único break point que dispuso en el primer set, en el cuarto game, y cediendo apenas cuatro puntos con su servicio, dio el primer golpe en la final.
Tsitsipas fue levantando su nivel en el segundo episodio, y sus juegos al servicio parecían infranqueables, mientras esperaba su oportunidad. Y esa se dio en el décimo game, donde dispuso de un set point que no pudo capitalizar, y posteriormente debió ir a un tiebreak. Ahí, la fortaleza mental de Djokovic salió a relucir, ya que a pesar de dejar ir una ventaja de dos mini quiebres a favor, el balcánico salió airoso y acabó quedándose con el episodio, a pesar de no disponer de ningún break point a favor.
El griego logró quebrar de entrada en la tercera manga, pero tras no ratificar su ruptura con su saque, comenzó a ser evidente que esa iba a ser la única ventaja que 'Nole' le iba a entregar en todo el partido, y no supo aprovecharla. Luego del break, Djokovic apenas perdió tres puntos al servicio en lo que restaba de set, y dos costosos errores del heleno en el tiebreak fueron suficientes para que Djokovic no dejara escapar la oportunidad de liquidar el encuentro en sets corridos.
De esta manera, Djokovic iguala el registro histórico de Rafael Nadal de 22 títulos de Grand Slam, con todo por jugarse en lo que resta de temporada. Además, el balcánico retomará el liderato del ranking mundial, con 7040 unidades, superando por 310 puntos a su más cercano perseguidor, el español Carlos Alcaraz, que no disputó el primer major del año.
Revisa las mejores jugadas del partido:
Foto: Will Murray / Getty Images
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